La movilidad eléctrica es un sector que está revolucionando la forma en la que las personas nos movemos en nuestro día a día, por esta razón cada vez son más y más las personas que deciden comprarse un motor para su bicicleta, ya que si ya tenéis una bicicleta que os gusta, no hace falta que os gastéis una gran cantidad de dinero en comprar una bicicleta eléctrica, sino que basta con que compréis un motor para la bicicleta que ya tenéis.

El principal inconveniente de una bicicleta, motivo por el cual muchas personas deciden que este no sea su transporte habitual, es porque hay que pedalear, pero gracias a los avances tecnológicos, este problema está desapareciendo, y cada vez son más las personas que utilizan la bicicleta con un motor, para moverse por la ciudad, ir al trabajo, a estudiar, a pasear, a hacer la compra y mucho más.

Podemos diferenciar tres tipos principales de motores para bicicletas, es muy importante que conozcáis todas las diferencias con tal de que a la hora de comprar vuestro motor para bicicleta, compréis el que más se adata a lo que estáis buscando.

En primer lugar, tenemos el motor delantero, que es uno de los más sencillos a la hora de montarlo y es perfecto para cuando la batería de la bicicleta está acoplada al transportín. En segundo lugar, tenemos el motor trasero, que es mucho más maniobrable y tiene un agarre mayor para la conducción más agresiva.

Por último, tenemos los motores centrales, que son los que se colocan en la parte inferior del chasis de la bicicleta junto con la batería y se encargan principalmente de equilibrar los pesos. En este caso, la potencia va directa hacia la rueda trasera a través de un plato de tracción.

Otras de las cosas que debéis tener en cuenta a la hora de comprar un motor para bicicletas es la eficiencia del motor, ya que de esto dependerá la calidad del motor y la utilidad que le podréis dar. Los motores para bicicletas con una mayor eficiencia son los motores centrales, ya que están diseñados con tal de aprovechar mejor la relación de marchas mecánicas, se calientan menos, giran a menos revoluciones, y tienen una mayor autonomía.

La autonomía es uno de los grandes puntos a favor de comprar un motor para bicicletas de calidad, ya que gracias a ello podréis recorrer grandes distancias, sin la necesidad de cargar la batería y disfrutando de todos los beneficios que tienen los motores para bicicletas.

Uno de estos beneficios más destacables, es que no se necesita tener ningún tipo de carné de conducir, por lo que cualquier persona puede comprar un motor para su bicicleta, ya demás, tampoco es necesario contratar ningún tipo de seguro, ya que es suficiente con el seguro del hogar, por lo que si sufrís algún accidente o cualquier tipo de improviso relacionado con el motor de vuestra bicicleta, estaréis cubiertos por el seguro de vuestra casa.